El colesterol, peligroso para el cuerpo ¿y también para la mente?

La alimentación típica de los países occidentales, unido al sedentarismo propio del estilo moderno, ha provocado que los niveles de colesterol en sangre en una parte importante de nuestra población estén por encima de los niveles recomendados por la comunidad médica (220 mg/dL de colesterol total y 170 mg/dL de LDL, el más perjudicial para nuestra salud).
Gracias a las intensas campañas de comunicación que se han realizado por parte de las autoridades sanitarias, es bien un hecho bien conocido para la mayor parte de la población que niveles elevados de colesterol predisponen de manera significativa a la aparición de diversas enfermedades.
Conjuntamente con las enfermedades típicas de la alimentación inadecuada, tales como la obesidad, la diabetes tipo II o las enfermedades cardiovasculares, es también típico de las sociedades occidentales una frecuencia cada vez mayor de enfermedades degenerativas neuronales como la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

Las causas que favorecen la aparición de estas enfermedades no están determinadas con exactitud, pero numerosos trabajos retrospectivos han demostrado la influencia de diversos factores, tanto genéticos como de estilo de vida y alimentación. De hecho, actualmente se cree de que la influencia de la alimentación, el ambiente y hábitos de vida tiene una mayor influencia que la predisposición genética, ya que, por ejemplo, los afroamericanos o japoneses que viven en los Estados Unidos desarrollan estas enfermedades con una frecuencia muy superior a la de los ciudadanos de la misma edad que viven en sus países de origen.

Entre los factores relacionados con la alimentación, diversos trabajos han encontrado evidencia estadística de las personas que consumen un exceso de grasa saturada y aquellas que presentan elevadas concentraciones plasmáticas de colesterol-LDL, desarrollan más frecuentemente enfermedades degenerativas del sistema nervioso cuando llegan a edades avanzadas.
Si bien el mecanismo por el cual la grasa alimentaria, y especialmente el colesterol pueden influir sobre la aparición de enfermedades como la demencia o el Alzheimer no está determinada con exactitud, existen numerosos mecanismos fisiológicos mediante los cuales se podría producir de manera razonable esta interacción. Entre estos efectos cabe destacar el efecto regulador de la grasa sobre la arteroesclerosis, trombosis, inflamación, acumulación de b-amiloides, o por el mantenimiento de la integridad estructural de las membranas neuronales. Todo ello, conjuntamente con el hecho de que más del 80% del colesterol que tenemos en nuestro cuerpo, se encuentra localizado en el sistema nervioso central.
Sin embargo, dichas investigaciones también han concluido que, los niveles altos de colesterol no predisponen a la aparición de estas enfermedades cuando se da en edades avanzadas (en las personas de la tercera edad el principal problema es la malnutrición, por lo que tener el colesterol ligeramente elevado se considera incluso beneficioso). Más bien al contrario, esta relación se ha encontrado de manera más marcada en personas mayores que tubieron niveles de colesterol elevados durante la mediana edad. Este hecho sugiere que es la acción crónica de esta fracción grasa sobre el sistema nervioso la que favorece la aparición de las enfermedades degenerativas del sistema nervioso en las últimas etapas de la vida.
Del mismo modo, estos mismos trabajos han encontrado evidencias de que una alimentación con bajos niveles en grasas saturadas, y rica en grasas tanto monoinsaturadas como polisanturadas, posee cierto efecto protector contra la aparición de patologías como la enfermedad de Alzheimer. Asi pues, además de reducir el riesgo coronario y la aparición de la enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, una alimentación equilibrada y rica en grasa polinsaturada, junto con ejercicio regular, no sólo aporta beneficios para su cuerpo en el presente, sino que quizás también lo haga en el futuro para su mente.

Dr. D. Alberto Cepeda Sáez
Catedrático de Nutrición Humana y Bromatología
Universidad de Santiago de Compostela
Campus de Lugo

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